Anti-interactive instalation based on the story of the singing frog

 

 

Instalation view: Video projections of loop animations controlled by ground sensors. When ones presence is detected, a still video is activated, showing a large table with a smaller version placed centrally on top. When the person is absent, the image changes so that the small table continually performs a pirouette on one leg, accompanied by the sound of a musical clock. This scene can only be observed via a small security monitor.

 

The story of singing frog

In the late seventies just in the time when the the cartoons were in the focus of my interest used to pass frecuently on TV one about singing frog – story goes like this:One torrential rainy night the Spectacle of the small provincial circus is going to begin. There is no one visitant. The owner of the circus left from all, wet of the rain. In the midle of the pudlles is regrating the last failure of his spectacle.

The desperate moments or hours are passing, until at one moment the owner become concious of the joyfull singing that was coming from somewhere near. Suddenly he gets curioised with a dicover of the new presence. Looked around. There was nobody. Getting the view down towards the ground, he had what to see. There was the little frog dancing in the puddle and singing al Fred Aster. The owner quickly cheered up, and forgot all the problems that were squizeeng him.

Passed the certain time, and one day in all the city dawned the cartels that were showing the frog dressed like some danddy, in black frak, cilinder and the walking stick in the hand. Show of Singing Frog – unique oportunity.

The night of the Show. All the tickets are sold. The Owner excited is presenting the Star of the Night. All the lights are streming towards the little table on the stage where was the frog in the tipical pose of the species...The moments of waiting are passing. Kreek....just one sound that was coming from the frog broke theimpeccable silence. And in the same instance provoke rebellion between spectatours, shouts, evades,insults. In the breaf seconds the circus left empty and demolshed like after the batlle. The owner this time even more bankrupt and desperate. The frog in the moment waken up by the providence is starting its magnificant show, a little bit late.

In antic religious and profain texts lonely choosen to be iluminated by the flame of divine providence left intheritance the testemonies of their extraordinary experience. Gospels, stories, apocrifos.... of Sta.Teresa, St.Paulo, St.Francesco deAssizi, Mohamed, and meny others.On the other part the arquetipical scepticisam incredulousness, so near to the human beeing, protagonized in the figure of St.Tomas:”Until I see it with my own eyes I want beleve it”, nowdays even more suported by the science, medicine, psichology, armed foer desmistification of every instance that breaks the ordinary, wellknown. The “Modern Iluminated” could face himself with the serie difficulties, discriminations,; Migth be he could stay with out job, the frends could avoid him, his girlfriend could left him, too, the religious authorities wouldn´t beleve him ider., finally his familiarswould put him in the psihiatrc.If he anyhow get out alive from this situation, probably he would be prisioned to continue the life in certain social-emocional isolation. The extraordinary mistical experience now seems to be like the cardial waste, by its incapeabilitty to be trnsmitted. It feels more safelly , wellhidden, and protected from the sospecious eyes.

 

Historía de la rana cantante

instalación anti-interactiva sobre el secreto que no debe ser visto

En los finales de ´70, justo en la epoqua cuando los dibujos animados estaban en focus de mi interés, solían pasar por la tele uno de la rana cantante – la historia sigue así: Una noche de estreno de pequeño circo provincial, lluvia torrencial, no aparece ni un espectador. El dueño del circo solo, colado de lluvia, arondeado de barro y charcos lamenta el peor fracaso de su espectáculo.

Pasan los desesperados momentos o horas hasta que el dueño se hace consciente de un canto alegre que se oía ya hace tiempo. Le intrigo de repente descubrimiento de una nueva presencia al su alrededor, miro al su alrededor pero no había nadie. Bajando la mirada hacia el suelo, quedo estupefacto: habia una rana bailando en el charco y cantando a lo Fred Aster. Al dueño rápidamente se le volvieron ánimos...

Dentro de cierto tiempo por todo el ciudad amanecieron los carteles que enseñaban la rana vestida como un danddy, en frac negro cilindro alto y bastón en la mano. Show de rana cantante. Unica oportunidad.

La noche de Estreno. Todas las entradas agotadas. El dueño excitado presenta la Estrella de la noche. Todos los focos se dirigen hacia la mesa pequeña donde se encontraba la rana, pero sentada, inmóvil, en la típica pose de especie...Pasan los minutos de espera. Kreeek...,un solo sonido que venia de la rana rompió el silencio imprecado, y en el mismo instante provoco una rebelión entre espectadores, de gritos, burlas, insultos. En breves secundes circo se quedo vacío y demolido como después de una batalla. El dueño esta vez aun mas arruinado y desesperado. La rana como en un momento despertada por la providencia empieza a hacer su show maravilloso con un poco de retraso.

En antiguos textos religiosos o profanos los menudos “elegidos” para ser iluminados por la llama de la conciencia divina, nos dejan en herencia los testimonios de su experiencia extraordinaria. Evangelios, cuentos, apócrifos de Sta. Teresa, St. Paulo, St.Francisco de Asizi, Mohamed... De otra parte el arquetípica incredibilidad tan cercana al especie humana, protagonizada por el St. Tomas: Hasta que no lo veo con mis propios ojos no lo creeré”, contemporáneamente esta apoyada por un team de científicos, médicos, psiquiatras...,armados para desmistificacion de cada instante que salta de lo ordinario, conocido.Un moderno iluminado se encontraría con una larga cadena de discriminación social, quizás. Le echarían de trabajo, le evitarían los amigos, le podría abandonar la novia/o, autoridades religiosas tampoco le creerían, al final la familia le pondría en una psiquiatría.Si consiguiera salir vivo de este vértigo, seguramente que para el resto de su vida quedaría castigado al aislamento social y emocional.

La experiencia extraordinaria ahora parece como peso cardinal, por su incapacidad de ser transmitida. Mas segura se sienta a ser bien escondida y protegida de las miradas sospechosas.

 

Galería Claramunt, Barcelona, 2001

 

 

Vahida Ramujkic