04.12.2001
03h Impresionada
por las circunstancias que conmocionan hoy tanto mi país como otras
partes del mundo, me planteé la idea de improvisar algun objeto
que pudiera ser útil, aunque fuera de una gran pequeñez. Hace más que un decenio que me ocupo de un problema que a veces podría parecer sin importancia inmerso en el mar de problemas mas grandes que han trastornado mi pueblo y otros pueblos a lo ancho del mundo. Recibí
mis primeras impresiones del conflicto a traves de la pantalla del televisor.
Multitud de gente, mayoriamente mujeres con niños, abandonando
sus casas caóticamente o preparándose para hacerlo, presionadas
por un terror incompresible. Aún
hoy, despues de tanto tiempo y preocupaciones, no sé definir este
problema de la manera corecta. De hecho, enfocaba mi atencion en cómo
podrían empaquetar la gente las cosas necesarias, en apresuramiento
y caos. También era prioritaria la manera y el cómo lograr
un desplazamiento más agil cargados de peso. ¿Cómo
de manera simple y rápida, con poco esfuerzo y virtud, hacer un
equipaje adecuado para su uso en caso de necesidad? |
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En esto pasaba el tiempo y la idea cada vez me abandonaba más. Parecía casi imposible cumplir con todos los condicionantes nombrados. No poseía la valentía suficiente para comentar mi idea con nadie, considerandola irreal y ubicable en el dominio de la fantasía y los deseos irrealizados. Aunque en el fondo esta idea era profundamente humana, de hecho tenía como objetivo final la idea básica de cómo mostrar a la gente la manera de ayudarse a sí mismos en condiciones especiales, aunque se tratase de pequeñeces. Y
como suele pasar a menudo, a principios de octubre del 2001 cayó
en mis manos un saco vacío de harina de ayuda humanitaria norteamericana.
A primera vista el saco me pareció ideal para la resolución
de mi problema ya que cumplía con todas las condiciones. Era de tamaño y calidad apropiada. Una vez terminada su misión primaria-humanitaria estos sacos quedaban esparcidos en desperdicio, y debido precisamente a sus duraderas características materiales representaban un problema ecológico. Reciclándolos podrían servir para fines humanitarios. |
El saco es de un volumen de 50 kg. y de dimensiones estandarizadas. De manera sencilla (plegando el saco por el medio) se obtiene una bolsa para llevar a mano. El saco desplegado se usaría para llevar en la espalda. La fabricación es simple y rápida. Se necesita una aguja de coser con agujero grande, una cuerda de grosor medio y tijeras. SACO COMO MOCHILA De los cuatro angulos del saco se hacen con la cuerda pequeños ganchos de 2-3cm. Luego se hacen de punto los cordones bastante largos, se asan por los ganchos y se atan. Arriba se suelda el cordón para atar el saco. Es esto conveniente para llevarla facilmente con las manos libres, cosa de gran inportancia para las madres con niños pequeños. |
LA BOLSA En el agujero superior se dobla el borde 5-6cm y se hace el punto especial con la cuerda. El saco se dobla por la mitad.Se atan a pares los ganchos de los ángulos con la cuerda, de la que se hacen dos mangos y se enganchan cosiéndolos a la bolsa. Este "embalaje" principalmente está dirigido a aquellos que inesperamente se encuentran en situaciones de primera necesidad. Tambien sería muy práctico adjuntar allí dónde se necesite una bolsa por cada 15-20kg de alimentos de donacion. A parte, la bolsa y el saco se pueden utilizar en otros casos. Especialmente el saco puede ser útil en la recogida de las hierbas buenas, y en otras ocasiones en las que las manos tengan que estar libres y disponibles para trabajar. |
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P.S. Es mi deseo de alguna manera consegir más cantidades de material (sacos y cuerdas) para poder solucionar algunos problemas de la mejor manera posible... Belgrado Bojana
Jelenic, Teniente mayor de la academia médica militar. |